Cruzamos las montañas de la selva boliviana conduciendo por el famoso camino de la muerte y pasando alturas de hasta 4000 metros hasta llegar a La Paz (la capital más alta del mundo)
Descubrimos el Salar de Uyuni, el más grande del mundo. Conducir en un océano blanco infinito hay que vivirlo para entenderlo, no hay palabras para describirlo.
Un merecido momento de relax llega con una noche mágica en un hotel que nos ofrece elegancia y excelente gastronomía. Hecho enteramente de sal, vale mil y una noche.
Nos despedimos del grupo en Salta “La Linda” con un merecido asado argentino, empanadas y buen vino cortesía de la casa.